Una vida más eco

Los desafíos medioambientales y la RSC (responsabilidad social corporativa) no tienen nada de nuevo. Según un estudio realizado por Mintel, compañía especializada en estudios de mercado, el bienestar y el medioambiente serán las principales preocupaciones de los consumidores a nivel mundial de aquí al 2030. De hecho, de acuerdo con el estudio sobre consumo responsable 2020-2021 llevado a cabo por el banco Oney, actualmente el 90% de los europeos desea comprometerse con un consumo responsable. 

Para responder a las nuevas demandas de los consumidores y ayudarlos en este proceso, las fábricas de Bonduelle multiplican las iniciativas e idean nuevas soluciones de suministro para reducir su huella de carbono y mejorar su eficiencia energética. Las soluciones implantadas tienen como prioridad el ahorro de energía, la reducción de los gases de efecto invernadero, la protección de los empleos locales y la gestión de la transición energética de nuestras fábricas. Se trata de un proceso de RSC que fija unos objetivos globales ambiciosos y que implantamos con el apoyo y asesoramiento de numerosos actores locales. 

Un mix energético en el que las energías renovables ocupen el 20% hasta 2025 (en comparación con el 9,7% actual) es posible y es el objetivo que se ha fijado Bonduelle. Con nuestro proceso de RSC, exploramos energías alternativas como el biogás, la biomasa y los vapores procedentes de biomasa. 

A nivel local, nuestras fábricas ya trabajan en la consecución de este objetivo. Este es el caso de nuestras fábricas situadas en Békéscsaba, Nagykőrös y Nyiregyhaza (Hungría), en las que el 88% del biogás procede de las centrales internas de biogás de residuos, lo que permite revalorizar el metano procedente de las instalaciones de tratamiento de aguas residuales de las fábricas para crear un círculo virtuoso. Estas soluciones nos permiten controlar nuestro impacto medioambiental mediante nuestra apuesta por las tecnologías innovadoras que permiten ahorrar energía, así como crear nuevos empleos. 

En Francia, Bonduelle participa en el desarrollo de proyectos centrados en las energías alternativas mediante colaboraciones locales para ampliar el círculo virtuoso. Un ejemplo de ello es la planta de Estrées-Mons, que cubre el 79% de sus necesidades de vapor mediante su central de producción de vapor de origen de biomasa. La central emplea principalmente los residuos de una explotación forestal local. De esta forma, evita la emisión de más de 18.000 toneladas de CO2 al año y permite valorizar el 21% de su yacimiento vegetal en biometano para producir verduras congeladas y en conserva. En las fábricas de Renescure y Labenne se emplean otros procedimientos para valorizar el 97% y el 77%, respectivamente, de sus yacimientos vegetales. 
 

Inaugurada en junio de 2015, la planta de metanización de Renescure se puso en marcha por iniciativa de dos agricultores de la región decididos a poner su granito de arena para cambiar la situación en su región y respaldados por la Cámara Agraria local. La central produce energía renovable gracias al estiércol de las explotaciones de los dos productores asociados, los residuos orgánicos del municipio y los residuos vegetales de la fábrica de Bonduelle. ¡Los residuos orgánicos (peladuras de verduras) se convierten en biogás! 

De esta forma, al año se tratan 10.000 toneladas de estiércol, residuos orgánicos y cáscaras de semillas germinadas. La fermentación genera biogás que alimenta un motor de cogeneración, produciendo así electricidad y calor. Esta se usa para autoconsumo y el excedente se vende.

¿El resultado? Una transición de RSC en línea con el objetivo de un planeta más limpio y sostenible gracias a un proceso de producción y unos proyectos que tienen en cuenta el desarrollo sostenible. Actualmente, gracias a las acciones de todas las fábricas de Bonduelle, se recupera el 100% de los residuos orgánicos y el 73% de los residuos industriales banales son reciclados o valorizados en energía.

Puedes leer el informe de RSC de Bonduelle en este enlace.