La mayoría de nuestras conservas están hechas de aluminio. Nuestras latas, incluida la tapa de la lata, están provistas de un revestimiento interior (blanco o transparente) que es muy importante porque evita el contacto directo entre el producto y el metal. También aseguran que las propiedades de sabor se conservan durante la vida útil. Además, las latas son reciclables. Para ello, hay que echarlas en el contenedor amarillo.