Qué es la Maicena, sin gluten y con grandes propiedades
Aunque su origen está en el continente americano, más concretamente en la zona de México, donde se cultiva desde hace más de 10.000 años, en la actualidad el maíz se ha convertido en el cereal con más volumen de producción en el mundo por delante del arroz y el trigo.
Sin gluten
Además de estar delicioso en crudo, a la brasa o en conserva, el maíz tiene una característica que lo hace único: no contiene gluten, por tanto, se ha vuelto imprescindible en la vida de muchas personas con problemas de celiaquía o de intolerancia al gluten.
Hidratos de carbono
Gracias a la elaboración de la maicena, o harina de fécula de maíz, se pueden elaborar platos tan habituales como el pan, los bizcochos o la pasta para que los intolerantes al gluten puedan seguir disfrutando de platos tan deliciosos.
Qué es la harina de maíz
La harina de maíz no tiene gluten, pero eso no significa que no contenga otras muchas propiedades muy nutritivas y necesarias para nuestra salud, como por ejemplo, los hidratos de carbono o los minerales como el magnesio, el fósforo, el hierro y el selenio. Además es muy rica en vitaminas del grupo B, E y A.
No obstante, la harina de maíz es algo escasa en aminoácidos, esenciales para dotar de energía al cuerpo, y en muchos productos que se venden en el supermercado podemos ver como se han “enriquecido” con estas moléculas haciendo que la maicena ya no sea apta para las personas con celiaquía. Por eso siempre hay que mirar atentamente con cuidado.
Recetas con maicena
Normalmente para hacer recetas con maicena se utiliza la maicena como sustituto de la harina de trigo en elaboraciones aptas para personas celiacas, pero lo cierto es que la harina de maíz y de trigo no saben igual, de hecho la de maíz le da un toque dulce a los platos elaboradas con ella y por eso es muy utilizada en postres o recetas dulces. Desde Bonduelle te proponemos esta sencilla receta de un bizcocho.
Bizcocho con maicena
Una receta clásica y deliciosa que se puede adornar con todo lo que se nos ocurra, desde azúcar glas hasta una deliciosa mermelada de fresas o de cualquier otra fruta. Además, la harina de maíz le da mucha esponjosidad.
Ingredientes:
- 3 huevos.
- 150 gr. de azúcar.
- 130 gr. de aceite de oliva.
- Un limón.
- 120 gr. de maicena.
- 2 sobres de gasificante.
Ingredientes (40 minutos)
Empezamos por separar las yemas de las claras, para después batir estas últimas hasta el punto de nieve. Las yemas, las mezclamos en otro bol con el azúcar y lo batimos todo. Incorporamos el aceite de oliva, y la ralladura del limón. Seguimos añadiendo la maicena y el gasificante, previamente tamizados. Añadimos toda la mezcla previa a las harinas y a las claras y mezclamos bien hasta que quede una masa homogénea. Lo echamos en un bol, que previamente hemos pintado con mantequilla para que no se pegue, y lo introducimos en el horno a 180° durante 25 minutos. Transcurrido este tiempo, pinchamos el bizcocho con un palillo, si sale seco, entonces es que está hecho, si no, lo dejamos unos minutos más al horno. Pasado el tiempo necesario, lo sacamos del horno y dejamos que se enfríe encima de una rejilla. Una vez templado, podemos decorarlo. La manera más sencilla es espolvoreando un poco de azúcar glas por encima, pero también podemos pintarlo con mermeladas de distintos sabores, o hacerle una cubierta de fondant con la que ponernos creativos con las formas y los colores.