Las pajitas de plástico de un solo uso son una verdadera pesadilla medioambiental. Desde julio de 2021, se prohibió su venta en la Unión Europea. Para seguir dando sorbitos a tu bebida favorita sin desperdicios y disfrutar de las pajitas como cuando éramos niños, presentamos cuatro alternativas vegetales y ecológicas.
¿Sabías que los tallos de paja se usaban antes de que surgieran las pajitas industriales de papel y de plástico? Algunos fabricantes las están volviendo a fabricar con paja natural de trigo o centeno, que es fácilmente reciclable. Se pueden usar tanto con bebidas frías como calientes y no se reblandecen en contacto con el líquido.
El bambú está causando furor. Aunque no puede convertirse en pajitas curvadas o plegables, es reutilizable y sólido, no genera residuos y tiene un aspecto agradable. Como su madera es muy resistente, se adapta a bebidas tanto frías como calientes, a las que no añade ningún sabor. Del mismo modo, las pajitas de caña también son compostables.
Hechas de fibras de caña de azúcar (un buen ejemplo de cómo aprovechar los residuos agrícolas), son compostables y biodegradables, y resisten bien temperaturas de hasta 50 °C.
La guinda del pastel: ¡se descomponen y una parte se convierte en aminoácidos que proporcionan un aporte de nutrientes a la tierra! Así logramos dos objetivos ecológicos a la vez.
¡Que sí! No hay que ir demasiado lejos: la solución con frecuencia está en el supermercado… o en la tienda de productos italianos. Largos, redondos y huecos, la pasta tipo ziti (típica del sur de Italia) es ideal para sustituir a las pajitas de plástico a la hora de tomar bebidas frías. Tienen solidez y espesor para no derretirse en la bebida, y no son solo ecológicas, sino también económicas. Úsalas con un spritz para mantener el espíritu italiano.