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Alimentos locales y de temporada

Comer productos de temporada es un compromiso que todavía es más fácil de mantener cuando favorecemos a los productores locales. Comprar de forma responsable implica apoyar a los productores locales y adaptar nuestra alimentación al entorno, y no al revés. Sin embargo, comer productos locales exige algunos cambios en nuestra alimentación y la forma en que la gestionamos. Sigue leyendo para saber más sobre esta tendencia que irrumpe en las economías locales.

Impacto del transporte

De acuerdo con el INRA (Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas de Francia), el 17 % de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los alimentos se genera durante su transporte. Por tanto, cuando los consumidores optan por los productos locales, ejercen un impacto innegable. Sin embargo, el término «local» puede significar cosas distintas: ¿se refiere a la provincia? ¿A la región? ¿A una distancia de 100 kms? ¿O simplemente a los productos nacionales? Detrás del término «local» se esconden muchas interpretaciones dependiendo del lugar donde se viva y de la dureza de la temporada invernal, ya que esto afecta a la calidad de las frutas y verduras a las que se tiene acceso. Por otra parte, los productos de climas tropicales como el té, el café, las especias o el chocolate son difíciles de consumir de forma local y todos ellos recorren una larga distancia para llegar a nuestras casas. A estos productos se les denomina «excepciones de Marco Polo». En estos casos, opta por los productos que viajan en barco, aunque también puedes intentar encontrar opciones locales. Por ejemplo, beber infusiones o tisanas en lugar de té, o achicoria o cebada tostada en lugar de café. ¡Así ampliarás todavía más el abanico de posibilidades!

Otras rutas de distribución

Si los supermercados compran a los proveedores más cercanos, los productores locales usan rutas más cortas, reduciendo así el número de intermediarios. Esto puede concretarse en ventas directas a las propias tiendas, ventas a grupos de consumo agroecológico (como los AMAP en Francia), a los mercados (con la seguridad de que se negocia directamente con el  productor, y no con un intermediario) o a las tiendas de los productores. ¡Todos salimos ganando!

Una vez al año…

Comer solo fruta y verdura de temporada exige conocer la forma de conservarlas cuando están fuera de temporada para seguir disfrutando de ellas todo el año. Cuando la producción es especialmente abundante en temporada, aprovecha para convertir las manzanas en compota, los tomates en salsa dentro de tarros esterilizados y las frutas maduras en mermeladas. Es el momento perfecto para cocinarlas y conservarlas en botes o congelarlas. Pregunta a tu productor local en qué momento maduran sus productos. Cuando los productos de cercanía están de temporada, aparte de superfrescos, están en su momento óptimo de calidad y sabor, haciéndolos todavía más deliciosos. ¡Y es que la naturaleza es sabia! Por esa misma razón y para conservar los productos en su momento óptimo, son muchas las plantas de transformación de productos enlatados o congelados que se sitúan cerca de las explotaciones agrícolas y los productores. Gracias al intenso trabajo durante las cosechas, podemos disfrutar de estos productos durante todo el año.